PUIG, FUENSANTA
PROFESORA DE ELE, DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN, GENERALITAT DE CATALUÑA
Cuando desde marcoELE me comentaron que proyectaban abrir en la revista una sección de temas monográficos, y dedicar el primer número a la evaluación me agradó mucho el interés por un tema poco reconocido, además de poco tratado en el mundo de la enseñanza de lenguas en general y de la enseñanza de Español Lengua Extranjera en particular; además me entusiasmó poder enfrentarme a la responsabilidad de editar la publicación de dicho número.
El primer monográfico de marcoELE está terminado. A punto de llegar a los lectores. Siento la alegría de haber conseguido materializar el proyecto, y gratitud a todos aquellos que han colaborado en él con sus artículos y a marcoELE por su iniciativa.
Cuando me planteé qué temas tratar en este Monográfico, partí de la convicción de que la evaluación es parte esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje de lenguas y también de que es un tema poco conocido y que con frecuencia despierta poco entusiasmo en el profesorado de lenguas.
De ahí que consideré que se debía contextualizar el tema y enseguida recordé el artículo de Teresa Bordón“Panorama histórico del desarrollo de algunas de las cuestiones fundamentales en la evaluación de segundas lenguas”,publicado en la revista Carabela en 2004, que hace un recorrido exhaustivo por el mundo de la evaluación desde los años 60 hasta la publicación delMarco Común Europeo de Referencia. Neus Figueras completa esta visión panorámica de la evaluación hasta la actualidad, al tratar el porqué del impacto del Marco, su papel en la mejora de la docencia, el aprendizaje y la evaluación de lenguas, la polémica surgida a partir de la necesidad de anclar los niveles de los certificados de las distintas lenguas europeas con los niveles del Marco, y concluir con las perspectivas de futuro que se abren, dada la repercusión de este documento en las políticas educativas en lenguas.
Me pareció que para situar la evaluación en un contexto amplio era importante la referencia a distintas instituciones nacionales e internacionales dedicadas al tema. Ari Hutha presenta tres asociaciones de evaluadores de lengua (ILTA, ALTE y EALTA) y nos explica sus funciones y objetivos con el fin de familiarizarnos con pruebas de lengua y animarnos a formar parte de alguna de ellas, para que nuestras necesidades en evaluación puedan ser atendidas. Mª Mar Galindo y Susana Pastor nos presentan la Asociación para la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera (ASELE), que en 2007 dedicó su XVIII Congreso a “La evaluación en el aprendizaje y la enseñanza del español como L2/SL” mostrando un amplio abanico de líneas de trabajo en evaluación (de contenidos y destrezas, de materiales didácticos, del profesor y de los alumnos, etc.).
Era evidente que sería interesante incluir también con aportaciones que enfocaran aspectos concretos de la evaluación y así contamos con los artículos de Alfonso Martínez Baztán, que aborda la evaluación de la expresión oral haciendo hincapié en el papel del entrevistador en la generación del discurso que se quiere evaluar, así como en la importancia de la formación de los examinadores y, por supuesto, de la tarea propuesta y de los criterios de evaluación con los que se valorará la actuación del candidato. También con el artículo de Óscar Soler Canela, que hace un análisis exhaustivo de la evaluación mediante tareas, desde la perspectiva del enfoque cognitivo, el psicolingüístico y el de muestra de trabajo, señalando los puntos fuertes y los débiles de todos ellos. Y el de Carlos Soler Montes, que se centra en un tema hasta ahora poco habitual en el mundo de la evaluación de lenguas, no sólo en el caso del español, y que últimamente es motivo de estudios dada la necesidad de abordar la presencia de la variación lingüística a la hora de evaluar y de elaborar exámenes en lenguas que, como el español, se hablan como lengua propia en países situados en distintas áreas geográficas.
Pero cuando hablamos de evaluación no nos referimos exclusivamente a la evaluación del aprendiente, hablamos también de la propia evaluación del profesorado. Vicenta González y Joan-Tomàs Pujolà nos proponen el uso del Portafolio Reflexivo del Profesor como herramienta de autoformación del profesorado a partir de la reflexión y autoevaluación de su tarea docente.
En el caso de los estudiantes inmigrantes no sólo la evaluación, sino también la enseñanza y el aprendizaje precisan de una atención especial. Félix Villalba y Maite Hernández exponen en su artículo la situación de esta área de la enseñanza del español, las necesidades de formación del profesorado, la inexistencia de un currículum específico y, consecuentemente, de pruebas de evaluación normalizadas.
El monográfico debía incluir también, de forma específica, tanto la evaluación certificativa como la evaluación en el aula. Plàcida Mingarro presenta la gestación, evolución y actualidad de los certificados de las Escuelas Oficiales de Idiomas de Cataluña, así como la filosofía y metodología que las sustenta. Con respecto a la evaluación en el aula, el artículo de quien presenta este monográfico, Fuensanta Puig, pretende familiarizar al profesorado novel con los principios básicos del Marco Común Europeo de Referencia y del Portfolio Europeo de Lenguas y con su aplicación en el aula, así como reflexionar sobre el cambio metodológico que implica un determinado tipo de evaluación en el aula.
Se ha pretendido que el monográfico recoja artículos de distinto nivel de concreción sobre aspectos diversos de la evaluación, con el fin de satisfacer los intereses tanto de profesores poco habituados a leer sobre temas de evaluación como de aquellos otros, expertos en esta área.
Hay que decir que aunque en el monográfico son todos los que están, somos conscientes de que no están todos los que son. Hay una ausencia que todos sentimos. Nos hubiera gustado poder ofrecer la participación de algún representante del Instituto Cervantes que nos hablara de la situación y futuro de los Diplomas de Español Lengua Extranjera. Estamos seguros, sin embargo, de que marcoELE contará con la primicia, cuando el Instituto Cervantes tenga novedades que ofrecer sobre sus certificados.
Para acabar esta presentación, quiero reiterar mi agradecimiento a todos los expertos que participan en este monográfico, su cuidada y desinteresada colaboración ha facilitado muchísimo el trabajo de edición de este número. A partir de mi experiencia me atrevo a animar a profesionales de otros ámbitos de la enseñanza-aprendizaje del español como lengua extranjera a tomar el testigo, para dar continuidad a esta magnífica idea de presentar temas de ELE de forma monográfica.
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