JIMÉNEZ SÁNCHEZ, DANIEL
INSTITUTO CERVANTES DE BUDAPEST
ALTERNATIVE APPROACHES TO SECOND LANGUAGE ACQUISITION
DWIGHT ATKINSON |
En 1997, Alan Firth y Johannes Wagner publicaban un artículo, hoy famoso, en el que abogaban por una reconceptualización epistemológica que corrigiera el desequilibrio existente, en el campo de la adquisición de segundas lenguas (en adelante, ADSL), entre la orientación cognitivo-mentalista y la orientación social, en favor de la primera. En el año 2003, David Block publicó The Social Turn in Second Language Acquisition donde exponía la necesidad de que los estudios de ADSL adoptaran una orientación social y superaran el modelo dominante input-interacción-output. Son dos hitos, entre otros, que marcan el giro social en la disciplina de ADSL. Ese giro social consiste en una crítica del paradigma cognitivista, que desde sus orígenes ha dominado la disciplina, y la propuesta de alternativas que se sostienen en dos elementos centrales: una visión del lenguaje como actividad social, en lugar de como un sistema de reglas, y en la consideración de que tanto el lenguaje como su adquisición y aprendizaje son fenómenos contextualizados por lo que es necesario atender los elementos socioculturales que los rodean. Tras este giro social, cuestiones como el contexto, la interacción, los procesos, la identidad, el multilingüismo, el discurso, las relaciones de poder, la variabilidad o la mediación empezaron a ocupar un lugar en las investigaciones junto a los de interlengua, input, output, negociación del significado, orden de adquisición o análisis de errores.
Catorce años después del artículo de Firth y Wagner y ocho después del libro de Block, Dwight Atkinson en su libro Alternative Approaches to Second Language Acquisition se propone como objetivos ofrecer una visión panorámica de la disciplina mediante una exposición de los nuevos enfoques surgidos a raíz del giro social y discutir las implicaciones epistemológicas que la diversidad de tendencias tiene para los estudios de ADSL. Para ello ha coordinado la edición de este volumen donde destacados representantes de cada tendencia exponen las líneas principales del enfoque que en el que trabajan.
El libro se abre con un capítulo inicial donde el propio Atkinson caracteriza el Cognitivismo como paradigma y su influencia en la ADSL y se cierra con un capítulo donde Lourdes Ortega hace un balance final sobre la situación actual de la disciplina a la luz de la variedad de enfoques que hoy se presentan para el estudio del aprendizaje de lenguas extranjeras (en adelante, LE). Los enfoques alternativos que presenta el libro son la Teoría Sociocultural, la Complejidad, el enfoque sobre identidad, el enfoque sobre lenguaje y socialización, el Análisis Conversacional y el enfoque sociocognitivo. Para lograr cierta unidad entre los diferentes capítulos, Atkinson pidió a los autores que abordaran en su exposición los siguientes temas: puntos esenciales del enfoque, principios teóricos sobre los que se asienta; métodos de investigación que se usan; resultados de investigaciones que apoyan el enfoque; diferencias con los otros enfoques presentados en el libro; y, por último, futuras líneas de desarrollo.
Como hemos mencionado, en el primer capítulo Atkinson presenta un gran número de citas que atestiguan el lugar central del Cognitivismo en la disciplina. Como explica Atkinson, nació como reacción crítica al Conductismo, postula un dualismo radical entre mente y cuerpo y considera que la primera es la responsable del pensamiento y del aprendizaje. Este último es concebido como un mecanismo de procesamiento de información. Para el Cognitivismo, en el cerebro se guardan representaciones mentales formuladas sin referencia a un contexto. La tarea de las ciencias cognitivas es descubrir las capacidades representacionales y de procesamiento que tiene la mente humana y su representación estructural y funcional en el cerebro. El lenguaje es considerado como un código. Metodológicamente, se pueden señalar como notas características de las ciencias cognitivas el reduccionismo, el principio de descomposicionalidad (la idea de que cualquier proceso se pude descomponer en partes y explicarlas por separado) y la idea de que la cognición es un proceso que no varía de una persona a otra. Esta presentación del Cognitivismo sirve al lector para posteriormente percibir claramente las diferencias entre los diferentes enfoques y el Cognitivismo y valorar con cierta perspectiva las aportaciones novedosas de los diferentes enfoques.
El capítulo dedicado a la Teoría Sociocultural (en adelante, TSC) ha sido escrito por James Lantolf, sin duda, uno de los máximos especialistas en la aplicación de esta teoría en los estudios de Adquisición de Lenguas Extranjeras. Según explica Lantolf, la TSC, al contrario que el Cognitivismo que concibe el aprendizaje como un proceso individual que tiene lugar en el interior del individuo con independencia del contexto, entiende el aprendizaje como un proceso de socialización donde aprender consiste en aprender a participar en actividades sociales. En lo que se refiere al aprendizaje del lenguaje, nos encontramos con que el lenguaje es una herramienta psicológica que facilita la realización de tales actividades por lo que el aprendizaje se realiza en y a través de esas actividades sociales. En la TSC, el aprendizaje es un proceso que va de lo social a lo individual y no un proceso individual como sostiene el Cognitvismo. La última gran diferencia entre los principios de la TSC y los del Cognitivismo, se encuentra en que el último piensa que la adquisición de una L2 es un proceso universal, mientras que la Teoría Sociocultural sostiene lo contrario. Al tratarse de un proceso social, el aprendizaje está sujeto a diferentes tipos de determinaciones socioculturales que dependen de los contextos en los que las personas aprenden.
El concepto central de la TSC en el aprendizaje de lenguas es el de mediación. Según la TSC, todas las actividades mentales superiores (el uso del lenguaje y el aprendizaje, entre ellas) están mediadas por herramientas psicológicas como signos, símbolos o, la más importante de todas, el lenguaje. Gracias a la mediación la persona puede controlar y regular sus acciones. Por tanto, el aprendizaje de una nueva lengua y la comunicación son actividades que también están mediadas por el uso del lenguaje. El aprendizaje no sólo consiste en conseguir producciones lingüísticas lo más parecidas posibles a las de un hablante nativo, sino, principalmente, en incorporar la nueva lengua a las herramientas de mediación del individuo. El aprendizaje se mide entonces tanto en la calidad de las producciones en la nueva lengua como en la cantidad y calidad de mediación externa (otra persona más experta) que un hablante necesita para usar la nueva lengua. El dominio de una lengua consiste en la capacidad de usarlo de forma autónoma como herramienta de mediación en diferentes actividades cognitivas. La TSC se encargará, por tanto, de ver de qué forma se adquieren las nuevas habilidades lingüísticas gracias a la mediación, de qué forma la lengua que se aprende se convierte en herramienta de la mediación entre la actividad mental y la comunicación y la relación que existe entre ambos procesos.
Diane Larsen-Freeman se encarga de presentar el enfoque sobre complejidad y lingüística. La Teoría de la Complejidad (en adelante, TC) se ocupa del estudio de los sistemas complejos que son sistemas auto-organizados donde la interacción entre las partes da lugar a un orden complejo. Esta auto-organización es la responsable de patrones observables que pueden ser descritos. Además, esta auto-organización es auto-poética, es decir, los sistemas cambian continuamente sin dejar de mantener su identidad. Los sistemas complejos son abiertos y adaptativos ya que están en perpetuo cambio para adaptarse a las condiciones del medio.
En los últimos años, estas ideas sobre los sistemas complejos se han aplicado al estudio del lenguaje que se entiende como un sistema complejo que emerge en la interacción entre los múltiples agentes que forman parte de una comunidad de habla. El lenguaje, entonces, no es un sistema estático formado por reglas gramaticales y principios. La gramática no se entiende como la condición de la comunicación, sino como un producto de ella porque la gramática estaría constituida por los patrones más sobresalientes y estables que emergen en el uso del lenguaje en situaciones comunicativas concretas. Estos patrones además no son reglas compuestas de unidades discretas, sino que pueden ser desde simples morfemas hasta idiomas completos; desde bloques léxicos hasta complejas cláusulas que se comportan como elementos continuos de límites difusos. La variabilidad es un elemento central del sistema y no meras excepciones a las reglas y principios.
Según la TC, la adquisición del lenguaje es un proceso de co-adaptación entre interlocutores donde los recursos lingüísticos de ambos son alterados de forma dinámica en sucesivos estadios que se van repitiendo a lo largo del tiempo. En cada estadio tienen lugar procesos de ensamblaje en los cuales los hablantes articulan los componentes del sistema en función de la tarea que lleven a cabo. Cuando la tarea cambia, la forma en que se produce esta composición lo hace también como respuesta a las nuevas condiciones. La repetición de este proceso hace que el aprendiz adquiera los patrones. Los aprendices pueden establecer estos patrones gracias a su capacidad probabiliística de detectar frecuencia, relevancia y figuras semánticamente transparentes en las producciones lingüísticas a las que están expuestos.
En este enfoque, la variabilidad es un elemento esencial del desarrollo del lenguaje y es debida a la variación lingüística y al hecho de que los patrones lingüísticos son dinámicos, abiertos y están en constante proceso de adaptación al medio. En oposición al Cognitivismo, la TC no trata de explicar esta variación por las diferencias individuales de los aprendices.
Entre sus propuestas metodológicas destaca la noción de “retrodicción” o descripción de un momento anterior del sistema. A diferencia la orientación general de la investigación experimental hacia la predictibilidad, desde la perspectiva de la complejidad, el punto central de la teoría es describir el sistema de forma retrospectiva hacia la descripción del estado inicial y la identificación de las condiciones iniciales que originaron el estado actual de desarrollo del sistema. Lo que se busca describir, en los estudios de adquisición de lenguas, es lo que se ha aprendido hasta un determinado momento, es decir, la trayectoria. Se busca reconstruir los elementos, interacciones y procesos del desarrollo del sistema.
Bonny Norton y Carolyn McKinney se encargan de exponer los principios fundamentales del enfoque identitario en la ADSL. La aproximación de los estudios sobre la identidad trata de ofrecer una teoría acerca de las relaciones entre la identidad de la persona que aprende una L2 y el contexto social y sobre las relaciones de poder que afectan al aprendiz en su acceso a la comunidad de la lengua meta. El punto de partida es considerar que el aprendizaje de una nueva lengua compromete la identidad de los sujetos porque el lenguaje no es solo un sistema de signos y reglas, sino una práctica social donde se negocian aspectos clave de la identidad de las personas.
A diferencia de las investigaciones tradicionales, no conciben la identidad como una propiedad psicológica de la persona ni como algo dado de una vez para siempre. Siguiendo las teorías postestructuralistas de la identidad, la definen como un fenómeno de naturaleza múltiple, no unitario y que está en cambio constante. Además la identidad es un espacio de lucha ya que la construcción o imposición de una identidad están condicionadas por diferentes relaciones de poder.
Las principal aportación de este enfoque, respecto a las ideas clásicas en la ADSL, es su crítica a la idea de que el aprendiz tiene a su disposición oportunidades de aprendizaje y de práctica por el mero hecho de estar expuesto al input o de estar en un contexto donde se habla la lengua que aprende. Para este enfoque la cuestión es mucho más compleja, porque las oportunidades de aprendizaje y de práctica no tienen lugar en contextos neutros, sino en contextos sociales reales en los cuales no todos los hablantes tienen el mismo derecho a hablar ni su discurso el mismo estatus. A partir del concepto de “capital cultural” de Bordieu y Passeron, desarrollan el concepto de “inversión” para explicar el deseo que tiene alguien que aprende una nueva lengua de adquirir capital simbólico y material que incremente su capital cultural.
Otro concepto importante introducido en la agenda de las investigaciones de ADSL por los estudios sobre la identidad, ha sido el de “comunidades imaginadas” tomado de Benedict Anderson que lo introdujo para referirse al sentimiento de pertenencia a comunidades idealizadas cuyos atributos son imaginados. Usando este concepto, hay investigaciones que tratan de explicar cómo los deseos de pertenencia y los sentimientos de afiliación y des afiliación del individuo hacia la comunidad de la lengua meta pueden afectar al aprendizaje. De esta manera se puede explicar de qué forma el deseo de pertenencia puede servir de motivación y, por el contrario, algunos valores o ideas encarnados por la comunidad de la lengua meta pueden llegar a dificultar el aprendizaje. La cuestión del poder es central en este enfoque y a nuestro entender esta preocupación por el poder y por las desiguales relaciones de poder que actúan sobre los procesos de aprendizaje son la gran aportación de este enfoque. Este enfoque no cuestiona la distinción entre lo cognitivo y lo social, simplemente se sitúa en el polo social de la dicotomía.
Patricia Duff y Steven Talmy se han ocupado del capítulo dedicado a los estudios de socialización y lenguaje. Este enfoque trata de explicar no sólo cómo tiene lugar el aprendizaje de una lengua sino dar cuenta de cómo el desarrollo del lenguaje mismo junto a otras formas de conocimiento se aprenden con y través del lenguaje. Entre esas otras formas de conocimiento están la cultura, las prácticas sociales, las ideologías, las cuestiones relativas a la identidad y a la subjetividad o las emociones. Por esta razón, prestan mucha atención a los valores socioculturales que llevan consigo las formas lingüísticas ya que consideran que estas últimas no son un medio neutro de transmitir información sino parte de complejas prácticas culturales.
Su objeto de estudio no es el lenguaje en exclusiva, sino los grandes procesos de enculturación; no son las unidades formales de la gramática, sino las rutinas sociolingüísticas interaccionares a través de las cuales las personas usan sus repertorios comunicativos. Las investigaciones de este enfoque sustituyen la descripción del aprendizaje de las formas lingüísticas, por conceptos como el de acceso, participación, cultura de aprendizaje, hablante legitimado y no legitimado, ideologías lingüísticas, rutina interaccional.
Para este enfoque, el aprendiz no es solo un aprendiz de lenguas sino un agente social, histórica y culturalmente situado en un contexto concreto, por lo que hay que tener presente las múltiples identidades y subjetividades que se adhieren a la persona que aprende. Además no es alguien que va a recibir a través de la lengua algunas normas culturales o prácticas sociales de una nueva comunidad de habla, sino que también va a alterar las normas culturales y las prácticas sociales de la comunidad de la lengua meta. Lo importante de este planteamiento es que el proceso de socialización es algo bidireccional. Una persona interioriza y reproduce prácticas sociales comunicativas y culturales, al mismo tiempo que puede alterar esas prácticas comunicativas y culturales dando origen no a una mera reproducción, sino a una alteración de las prácticas originales. Se da origen así a fenómenos como la hibridación de prácticas, de identidades y de valores.
Gabriele Kasper y Johannes Wagner se ocupan de presentar el Análisis Conversacional (en adelante, AC). El objetivo del AC es describir la racionalidad práctica que permite a las personas realizar diferentes actividades en su vida cotidiana. Si aplicamos este principio al aprendizaje de lenguas, podemos considerar que el análisis conversacional entiende la adquisición del lenguaje como un proceso donde se aprende a participar en las interacciones que configuran el orden social en contextos institucionales y ordinarios.
Como el análisis conversacional no cree que esa racionalidad práctica sea un conjunto de reglas formales independientes de su realización concreta sino principios que se construyen en la interacción misma, cuando se aplica esta metodología al campo de ADSL se hace teniendo como objeto de estudio la interacción en la que se usa y se aprende el lenguaje. El desarrollo de la competencia interaccional y la descripción del orden inscrito en la interacción son, por tanto, los principales objetos de estudio del análisis conversacional.
El orden de la interacción se entiende como el razonamiento práctico que permite a los participantes completar sus intercambios comunicativos. Este orden interaccional está constituido por el método (prácticas y procedimientos) sistemático y recurrente que usan las personas para conseguir, acceder y mantener la intersubjetividad necesaria para realizar sus actividades prácticas. Estas prácticas son observables, analizables y pueden ser descritas gracias a que se llevan a cabo en la interacción. La competencia interaccional es, pues, el conjunto de prácticas que los agentes sociales producen y comprenden para llevar a cabo sus actividades en la interacción. Los procesos interactivos que describe el análisis conversacional son, por ejemplo, el intercambio de turnos, las reparaciones, o la organización de secuencias interactivas.
La identidad es un tema constante de los estudios de análisis de la conversación, aunque su idea de la identidad se aparta de la que tienen otros enfoques. Para el AC, la identidad no es ni un conjunto estable de disposiciones mentales, ni un punto de intersección entre la subjetividad de la persona y las grandes categorías macrosociales. El análisis conversacional entiende que la identidad es uno de los recursos disponibles para los participantes en una interacción a la hora de completar sus objetivos interaccionales. Esto implica que la identidad no siempre es puesta en juego y que cuando se hace es algo socialmente construido y sustentado en la interacción. Eso posibilita que los factores identitarios sean observables y analizables. En los estudios de ADSL esto tiene importantes consecuencias a la hora de hablar de hablante nativo y no nativo, de hablante experto y no experto, de profesor y alumno, de hablante intercultural y de otros relacionados.
El AC cuenta con un riguroso método de investigación y con herramientas analíticas muy poderosas. Esto hace que la metodología sea usada por otros enfoques. Esto suscita la cuestión sobre si el AC es solo una práctica analítica que necesita de una teoría exógena como podría ser una teoría del aprendizaje de lenguas. En cualquier caso, la potencia analítica del AC y su capacidad descriptiva de los procesos interactivos que tienen lugar cuando hablamos lo hacen un enfoque insoslayable en la ADSL. Como lo prueba de esto tenemos el hecho de que son muchoslos enfoques que usan su metodología de análisis en sus investigaciones.El propio editor del libro, Dwight Atkinson, se encarga del capítulo sobre el Sociocognitivismo. A pesar de lo que su nombre pudiera dar a entender, este enfoque no propone una síntesis entre el Cognitivismo y los enfoques sociales. Su punto de partida es que mente, cuerpo y mundo funcionan de forma conjunta en la adquisición de LE. Esto es así porque concibe a los seres humanos como organismos ecológicos en continua adaptación al medio. Para este enfoque, el aprendizaje es el estado natural del ser humano ya que se concibe como parte del comportamiento abierto, adaptativo y dinámico. En lugar de considerar a la cognición como un conjunto de representaciones mentales, sostiene que la cognición es algo distribuido, es decir, repartido en diversos lugares, entre ellos, en herramientas inventadas por el hombre como mapas, libros u ordenadores (tecnologías cognitivas).
Para el Sociocognitivismo, el lenguaje es una herramienta de la acción social que sirve en el proceso de adaptación el medio. La gramática, en lugar de un conjunto apriorístico y cerrado de reglas formales, es el resultado del uso concreto del lenguaje. Es decir, el resultado del discurso y no su condición de posibilidad. La gramática está compuesta, por tanto, por patrones que emergen en la interacción. El lenguaje además no es un sistema semiótico aislado, sino que funciona en íntima relación con otros sistemas semióticos, algunos de ellos sistemas corporeizados (mirada, posición del cuerpo, lenguaje no verbal). Si aplicamos estas ideas al aprendizaje de LE, nos encontramos con que el aprendizaje no es la adquisición de un conjunto de reglas formales, sino la participación en sistemas contextualizados de actividad que incluyen la instrucción formal y la participación en sistemas de actividad como el intercambio con otros hablantes realizado en la vida cotidiana. Esto es, el aprendizaje se produce mediante actividades en las que la persona se involucra al máximo con su participación. Esas actividades se desarrollan en situaciones sociales donde se usa la LE.
El libro se cierra con un capítulo de Lourdes Ortega que retoma el planteamiento inicial de Atkinson, es decir, una mirada a la situación actual de los estudios sobre ADSL caracterizada por la aparición en los últimos 20 años de nuevos enfoques que cuestionaron el Cognitivismo dominante en la disciplina desde su nacimiento y abrieron nuevos caminos para la investigación. Si Atkinson abría el libro caracterizando el Cognitivismo como paradigma común de varias disciplinas y definiendo los conceptos centrales de los estudios de ADSL, surgidos todos ellos de ese paradigma cognitivo, Ortega se encarga de hacer una revisión conjunta de los enfoques presentados en el libro centrándose en las cosas que comparten y las cosas que los diferencian entre sí y las aportaciones tanto conjuntas como individuales más valiosas que han realizado al campo de la ADSL.
En cuanto a los cambios que estos enfoques han traído en la definición de los conceptos fundamentales de la disciplina, Ortega señala los siguientes. El aprendizaje es visto como una propiedad emergente de un sistema complejo en interacción con el medio. La cognición es una acción mediada por objetos sociales y una actividad que desarrollan los seres humanos en su proceso de adaptación el medio. La interacción pasa a tener un lugar central ya que es el medio para construir la intersubjetividad necesaria para la comunicación y hace posible el aprendizaje en tanto que participación y actividad socialmente contextualizada. Finalmente, la identidad deja ser una entidad psicológica interna para convertirse en un proceso contextualizado en perpetuo cambio y donde se ponen en juego complejas relaciones de poder que unen lo individual con las grandes magnitudes macrosociales.
La situación actual de la ADSL es, en definitiva, la de una disciplina donde conviven diferentes paradigmas y enfoques y ante esta pluralidad caben tres posturas. La primera de ellas es la más catastrófica, puesto que considera que esa pluralidad es un signo de debilidad que hace imposible alcanzar un conocimiento científico de los hechos. Otra postura considera que los diferentes enfoques son inconmensurables entre sí, por lo que los resultados de cada uno de ellos no tienen valor para los otros enfoques. Una tercera opción es la de considerar que esta diversidad es algo positivo ya que supone riqueza y diversidad y eso es algo que beneficia a la disciplina. Esta última postura es la que defiende Ortega que, además añade que esto redunda en un mejor conocimiento del fenómeno del aprendizaje de lenguas al ofrecer una visión multifacética y proporcionar múltiples herramientas conceptuales y metodológicas para su estudio. Esta visión positiva expuesta por Ortega es compartida por Atkinson para quien la diversidad epistemológica no solo es importante desde el momento en que supone riqueza y diversidad, sino también porque ofrece más oportunidades para los cruces enriquecedores entre los diferentes enfoques.
Con la lectura del libro queda claro que los estudios de ADSL cambiaron drásticamente tras el giro social y esto afectó al objeto de estudio, a las ideas que se tenían sobre el lenguaje, sobre la adquisición y sobre el aprendizaje. Sometió a crítica muchos de los conceptos clave que habían sido centrales en la disciplina hasta ese momento. Finalmente, descubrió nuevos objetos de estudio y proporcionó nuevos métodos de investigación. El lector encontrará en el libro una panorámica de este cambio, de las nuevas alternativas y de los más valiosos aportes hechos hasta la fecha por los nuevos enfoques.
El volumen servirá a lector para ponerse al día en su conocimiento global de la disciplina con una síntesis clara de los planteamientos, aportes, metodologías de investigación de cada enfoque. Le proporcionará una bibliografía actualizada de cada uno de ellos y conocerá las investigaciones clave que debe conocer para profundizar en cada uno de los enfoques que se presentan. Es un complemento útil y necesario para los manuales menos actualizados, centrados en el paradigma cognitivista y una buena introducción a estos nuevos enfoques que no siempre son bien entendidos por desconocimiento o por la novedad de sus planteamientos.
El libro está pensado para investigadores y no, en principio para profesores ya que se presentan métodos de investigación y no métodos de enseñanza. En cualquier caso, al profesor interesado en su disciplina, el libro le ofrecerá una guía sobre el estado actual de la investigación en su campo. Igualmente, los profesores menos inclinados a la teoría podrán encontrar cosas de provecho en el libro. El libro no les va a proporcionar un método definitivo para llevar a las clases, pero les va a dar herramientas conceptuales para conocer mejor el aprendizaje, el lenguaje y los problemas que enfrentan sus alumnos. En muchos casos, estos nuevos planteamientos les permitirán revisar de forma crítica algunos de los conceptos más asentados en los que se basa su práctica profesional contribuyendo así su formación continua. Los profesores en formación encontrarán una introducción actualizada y una buena selección de investigaciones sobresalientes que les ayudarán a entender los estudios sobre ADSL y a orientar sus posibles intereses de investigación.
REFERENCIAS
Anderson, B. (1991). Imaginated Communities: Reflections on the origin and spread of nationalism. Nueva York. Verso.
Atkinson, D. (2011). Alternative Approaches to Second Language Acquisition. Nueva York: Routledge.
Block, D. (2003). The Social Turn in Second Language Acquisition. Edinburgo: Edinburgh University Press.
Bordieu, P y Passeron, J. (19977). Reproduction in education, society and culture. London: Sage Publications.
Firth, A., & Wagner, J. (1997). On discourse, communication, and (some) fundamental concepts in SLA research. The Modern Language Journal, 81(3), 285-300.
Deja una respuesta