CHAMORRO, Mª DOLORES et al. [2006]:
El ventilador. Curso de español de nivel superior
Difusión
JUAN MANUEL REAL ESPINOSA
UNIVERSITY COLLEGE DUBLIN
Si la aparición de Abanico, a mediados de los noventa, supuso un fuerte impacto en el mundo editorial de manuales E/LE, convirtiéndose desde entonces en una referencia obligada para la enseñanza en niveles avanzados, lo mismo puede decirse que ocurre ya con la puesta en el mercado de El Ventilador, obra del mismo –o casi el mismo- equipo de Abanico. Separa a los dos manuales, por un lado, algo más de un década, lo que convierte a Abanico en obra de juventud y a El Ventilador en obra de madurez, y por otro lado, la orientación hacia nivel superior de este último. Según consta en la portada del manual, se recomienda su empleo en cursos que cubran los contenidos del nivel C1 del Marco de Referencia.
Como ya ocurriera con Abanico, al profesor de E/LE que espere encontrarse un manual convencional, El Ventilador va a depararle grandes sorpresas, ya que si algún rasgo puede destacarse entre los que componen este manual, es su modernidad. Son numerosos los avances teóricos en la enseñanza-aprendizaje de E/LE que han sido llevados a la práctica en El Ventilador, lo que lo convierte en un suerte de compendio práctico de posturas innovadoras en la adquisición de segundas lenguas.
Lo primero que nos llama la atención de El Ventilador es la estructuración de sus diferentes apartados. No se propone con ella ningún itinerario fijo ni predeterminado, lo cual redundará en un mayor protagonismo del programa de cada centro de enseñanza, arrinconado, con cierta frecuencia, por el índice de los manuales empleados en cada nivel. El diseño de El Ventilador, frente a la linealidad clásica de los manuales de lenguas extranjeras, permite una total libertad de acción al profesor, que podrá elegir qué temas tratar y cuándo, bien atendiendo a las exigencias del programa del centro, a las necesidades de sus alumnos o a sus propias creencias como docente.
El manual está articulado en seis secciones: Saber Hablar, Saber Hacer, Saber Cultura, Saber Entender, Saber Palabras y, finalmente, Saber Gramática. Cada sección dirige el foco pedagógico hacia diferentes destrezas, o hacia diferentes competencias, que siguiendo el modelo propuesto por Celce- Murcia, Dörnyei y Thurrell, pasamos a comentar brevemente.
Saber Hacer –tal vez la más heterogénea de las secciones que componen El Ventilador– se ocupa de diversas competencias, si bien y como su propio nombre indica, se orienta, desde la concepción de la lengua como acto de habla, fundamentalmente al desarrollo de la competencia accional (o si se prefiere, pragmática o ilocutiva), mediante un concienzudo trabajo planteado en base a la interpretación y realización de actos de habla.
Uno de los aspectos más novedosos de Saber hacer es el tratamiento, muy próximo a posturas cognitivas, de los conectores discursivos, -usando el término cognitivo en el sentido representacional de Haiman o Langacker- ya que desarrolla el trabajo de clase mediante la asignación al corpus de conectores de sencillos valores metafóricos, referidos al mundo del deporte. No sabemos el efecto que tendrá dicha metáfora entre discentes o docentes poco interesados en cuestiones deportivas, pero la frescura de la propuesta y la transparencia del metalenguaje empleado nos hacen creer en su plena operatividad en el aula.
De la competencia lingüística se ocupan las secciones Saber palabras y Saber Gramática, si bien a lo largo de todo el manual se observa un notable interés por las expresiones formulaicas, que caerían igualmente dentro de esta competencia. Saber Cultura es la sección que más trabaja, como ya su nombre anuncia, la competencia sociocultural, aunque las referencias a la cultura y sociología española están presentes a lo largo de todo el manual. En este sentido es interesante notar la ausencia de las tradicionales cuñas culturales sobre países americanos de habla española, lo cual parece consecuente, teniendo en cuenta que todos los autores del manual son españoles. Pero esto no quiere decir que se haya desatendido a la multiculturalidad, al contrario, teniendo en cuenta que, a día de hoy, la española es una sociedad multicultural, cultura española y multiculturalidad son aspectos indisociables. En este sentido, El Ventilador acoge entre sus páginas referencias culturales a países tan alejados de España como Japón o Tailandia, y Saber Entender, sección centrada en la comprensión audiovisual y lectora, dedica un interesante capítulo a entrevistas con extranjeros de muy diversa procedencia, y que tienen en común residir actualmente en España.
Otro aspecto a destacar de El Ventilador es la atención que presta a la competencia estratégica. Han sido muchos los autores que han puesto de manifiesto la necesidad de atender a todos los aspectos semióticos de la comunicación humana (Miquel Llobera, [1]). En la línea de tales propuestas, Saber Cultura ofrece un capítulo entero dedicado a la kinésica.
Pero pasemos revista con mayor detenimiento a qué va a encontrar el docente en cada sección de El Ventilador, empezando por la primera de ellas, la sección Saber Hablar, que, como es de suponer, se centra fundamentalmente en la destreza oral. Mediante una organización temática, que abarca áreas tan diferentes como el origen de los nombres, los derechos de los animales, las relaciones entre individuos de diferentes culturas o las experiencias de aprendizaje, se proponen diversas actividades de debate, interacción u otras en las que el empleo de la lengua hablada es necesario para continuar con la tarea, pongamos por caso la interpretación del carácter a partir de ciertos dibujos.
Al tratarse de prácticas orales completamente abiertas, en Saber Hablar no se han incluido exponentes lingüísticos, ya que la conversación, en sí misma, es imprevisible, y en esta sección se concibe la práctica oral como un marco de acción lingüística en el que el aprendiz puede, libremente, activar su competencia comunicativa, a todos los niveles.
De Abanico, El Ventilador recupera algunas cosas, los iconos –ya clásicos- el sentido del humor, y sobre todo se recuperan los juegos de corte psicoanalítico que tan buen resultado dieron, ya que el interés por aprender cosas sobre el nuestro propio carácter estimula el uso significativo de la lengua, al convertirla en un medio de satisfacer la curiosidad que estos aspectos suscitan.
En Saber Hablar el docente no solo dispondrá de temas de conversación y juegos, también hay numerosas actividades de expresión escrita, de comprensión auditiva y ejercicios de control –esto está presente en todas las secciones de El Ventilador– que permiten tanto al docente como al alumno evaluar los progresos. Este conjunto de actividades presentan el común denominador de ser amenas, fáciles de llevar al aula y autentificables, en la línea que ya hace años vienen defendiendo alguno de los autores de El Ventilador (Lozano y Ruiz Campillo, [2]). En este sentido podemos hallar ejemplos francamente interesantes, como lo testimonios de creencias sobre el aprendizaje de varios estudiantes que aparecen en la Sesión 1.3, “Hablar por los codos”, que o están o parecen –lo mismo da- escritos por ellos mismos, con sus errores incluidos, lo que además permite el análisis de errores en el aula.
La segunda sección de El Ventilador, Saber Hacer, además de lo antes comentado a propósito de las distintas competencias, incluye un buen repertorio de actividades en las que el docente podrá trabajar con expresiones coloquiales, informales e incluso moderadamente vulgares, elementos todos estos de la lengua cuya inclusión en los manuales, por cierto pudor idiomático, ha tendido a declinarse, pero que el alumno suele demandar en niveles superiores. El trabajo con este caudal de la lengua se plantea de forma apropiada, debidamente contextualizada y haciendo hincapié en el valor social de dichos usos, contrastando con una oportuna revisión de los tratamientos de cortesía, concretamente la forma usted, que seguramente sea en niveles avanzados, y no en iniciales, donde deba de tratarse con especial detenimiento.
Dado el enfoque pragmático de esta segunda sección, en Saber Hablar abundan los exponentes lingüísticos, que con buen criterio se emplean no para la enseñanza de la Gramática, sino para la instrucción estrictamente funcional. La Gramática se enseñará a partir de principios operativos en otra sección del manual. El docente podrá constatar que, en El Ventilador, cada cosa está en su sitio.
Sobre la tercera sección del manual, Saber Cultura, además de lo dicho anteriormente, es novedosa la inclusión de temas como el presencia de la cultura árabe de España durante la Edad Media. Se dedica una interesante sesión a Al Ándalus, y el resto de la sección esta compuesta por sesiones dedicadas a fiestas populares, ritos y tradiciones, experiencias interculturales o la ya mencionada comunicación no verbal. La cuarta sección, Saber Entender, combina temas predecibles, tales como Almodóvar o el turismo, con otros absolutamente sorprendentes, como el de Las caras de Bélmez, famoso fenómeno paranormal que sacudió la sociedad española de los años 70. La explotación del tema se realiza mediante una unidad didáctica bien compensada en cuanto a la integración de destrezas, acompañada de abundante material gráfico y de textos que versan tanto sobre el propio poltergeist, como sobre la situación sociopolítica de España a comienzos de la década de los 70.
Además, Saber Entender cuenta con material audiovisual de apoyo en DVD, que al igual que el CD de las audiciones, están incluidos en el precio del manual, y el docente los hallará en un pequeño estuche de plástico adosado a la contraportada de
El Ventilador. El DVD cuenta, por este orden, con un fragmento de Hable con ella, un excelente vídeo promocional de la ciudad de Granada, un reportaje del ya mencionado caso paranormal de
Las caras de Bélmez, una serie de entrevistas con extranjeros residentes en España y otra serie de entrevistas con estudiantes de E/LE, que relatan sus problemas con la lengua, especialmente con la gramática. Cada uno de los documentos sirve de complemento a una de las sesiones, que son, también por este orden, las siguientes: “Hable con ella”, “Turistas”, “Las caras de Bélmez”, “Viajes de ida y vuelta” y “Ni contigo, ni sin ti”.
La quinta sección de El Ventilador se llama Saber Palabras, y es una de mis secciones favoritas, por la variedad de temas, por la excelente contextualización del input, por la amplia gama de tipología de actividades, por las posibilidades de utilizar los distintos ejercicios como impulso para la producción oral o escrita, y por la atención a escritores tan imprescindibles y tan desconocidos entre buena parte de los estudiantes como Alejo Carpentier, Carlos Fuentes o Juan Rulfo.
La metodología empleada pretende favorecer el desarrollo de redes mentales de asociación que permitan al aprendiz un acceso rápido a su conocimiento léxico, para lo que se ha dotado a toda la sección de un potente refuerzo visual, muy atractivo a la vista.
Como el resto de las secciones, Saber Palabras cuenta con diversas actividades que integran todas las destrezas y dedica sus sesiones a temas muy variados, entre los que el docente encontrará la formación de palabras, los textos académicos o el lenguaje periodístico.
La sexta y última sección de El Ventilador es Saber gramática, la más larga de las que componen el manual, con ocho sesiones. Aborda problemas muy complejos de la gramática desde un enfoque estrictamente cognitivo. Quizá el término cognitivismo (para más información, véase Alejandro Castañeda, [3]) corra el riesgo de ser vago o confuso, ya que puede hacer referencia a teorías del lenguaje más bien recientes (la lingüística cognitiva de Langacker) y también a teorías del aprendizaje (la epistemología genética de Piaget). El cognitivismo de Saber Gramática se puede caracterizar por ser una apuesta metodológica según la cual la comprensión y análisis lógico del fenómeno lingüístico puede estimular el aprendizaje y, sobre todo, por asignar a entidades gramaticales abstractas valores metafóricos y asequibles al aprendiz de E/LE, pongamos por ejemplo el caso de la elección modal indicativo / subjuntivo, lo que exime al estudiante de convertirse en experto en gramática, aprender memorísticamente o esperar que la adquisición se dé por la simple exposición a la lengua meta, y esos valores simbólicos actúan como principios operativos válidos -mejor cuanto más concretos- que le orientarán de manera efectiva en un proceso de construcción significativo de su propia imagen de la lengua; siguiendo la categorización de Ventura Salazar [4], El Ventilador apuesta por una instrucción gramatical inductiva explícita. Se trata de un enfoque emergente, muy innovador, y que hasta ahora no se había llevado a la práctica en ningún otro manual y que supone, sin duda, un importante salto de calidad en la enseñanza de la gramática del español. Tan solo la Gramática Básica del Estudiante de Español, aparecida hace ahora año y medio, aborda la cuestión gramatical desde la misma perspectiva.
El listado de los temas que se tratan en Saber Gramática se corresponde con el de los mayores dilemas gramaticales de los estudiantes de E/LE. Se dedican nada menos que cinco sesiones al subjuntivo, una introductoria, que muestra al aprendiz la lógica –ya que, efectivamente, el subjuntivo es absolutamente lógico-, y otras cuatro que tratan, por este orden, el subjuntivo como expresión de intencionalidad, el subjuntivo como expresión de duda o rechazo, el subjuntivo como herramienta valorativa de la información de que se dispone, y finalmente, como herramienta para hablar de objetos, lugares, momentos, cantidades o modos no identificados. Estos cuatro ámbitos de aplicación del subjuntivo aparecen unidos por un solo principio operativo, la no declaración, que se opone a la declaración expresada mediante el modo indicativo, ofreciendo así una visión compacta, ordenada y fácil de manejar no solo para el aprendiz, también para el docente, que encontrará en El Ventilador un principio operativo sólido con el que enfocar en el aula la temida elección modal, independientemente de que trabaje en niveles inferiores a C1.
En las cuatro sesiones restantes se abordan otros temas de especial interés, siempre desde el mismo enfoque cognitivo: los pronombres átonos, el artículo, las preposiciones –con especial atención al caso de por y para– y, finalmente, los pasados.
Saber Gramática propone que el alumno manipule la lengua, experimente con ella, la observe, la interprete y la encuentre lógica. Los conceptos de ley y juego son una manera de dotar de significado unitario al amplio abanico de realizaciones con las que el estudiante va a enfrentarse a lo largo de su proceso de aprendizaje, y aun después, en tanto en cuanto usuario del español. El objetivo es que el discente llegue a estar en condiciones de hacer inferencias lógicas sobre la lengua, y a partir de ese proceso, desarrollar nuevos esquemas y nuevas redes de asociación mental, o lo que es lo mismo, llegar a la comprensión creativa del hecho lingüístico.
Saber Gramática ofrece también una abundante tipología de actividades, que se caracterizan por ser rigurosas en su contenido y divertidas en su puesta en práctica. Problemas de lógica, juegos y ejercicios de contextualización son los procedimientos más usuales, reforzados con ilustraciones de indudable valor pedagógico, y amenizados con un suave sentido del humor.
Los ejercicios de compresión auditiva están esparcidos por todo el manual. Radio Ventolera es una cadena de radio imaginaria, que ofrece una gran variedad de programa a sus oyentes: concursos, comedias, entrevistas o programas de divulgación científica, que se van intercalando a lo largo de las distintas sesiones y en consonancia con el contenido de las mismas.
En definitiva, nos encontramos ante un manual que, siendo fiel a los ya clásicos principios de comunicación, tarea y significado de Rodgers y Richards, es al mismo tiempo, un material claramente innovador que lleva a la práctica posturas metodológicas de gran interés para el docente de E/LE. Lo considero un trabajo imprescindible para el profesor de niveles avanzados y superiores, e igualmente adecuado para profesionales que ejerzan en niveles iniciales e intermedios, por la gran cantidad de ideas que aporta.
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1. Llobera, M (2005) “Aspectos semióticos del discurso en la enseñanza de EpFE: Ideaciones y dimensión educativa”. Actas del I Congreso Internacional de Español para Fines Específicos [en línea] Noviembre 2000. Disponible en la web: http://www.ciefe.com/paginas/pdf/cf1-p-aspectossem.pdf
2. Lozano, G. & Ruiz Campillo, J. P. (1996), “Criterios para el diseño y la evaluación de materiales comunicativos”. En Didáctica del español como lengua extranjera. Cuadernos del tiempo libre. Colección Expolingua. E/LE 3. Madrid: Fundación Actilibre, págs, 127-155.
3. Castañeda, A. “Potencial pedagógico de la Gramática Cognitiva para la elaboración de una gramática pedagógica de español/LE”, RedEle, Número 0, [en línea] Marzo 2004. Disponible en la web: http://www.educacion.es/redele/revista/castaneda.shtml
4. Salazar, V. “Gramática y enseñanza comunicativa del español-lengua extranjera” en De Miguel Martínez, Emilio (ed.) (1992), Aprendizaje y enseñanza del español-lengua extranjera en la enseñanza secundaria y en la educación de los adultos. Salamanca y Estrasburgo: Universidad de Salamanca y Consejo de Europa. [en línea] Abril 2006. Disponible en la web: https://marcoele.com
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