GRUPO CRIT [2006]:
Culturas cara a cara. Relatos y actividades para la comunicación intercultural
Edinumen, Colección E, serie Recursos
TERESA ALONSO CORTÉS
INSTITUTO CERVANTES DE ESTAMBUL
Culturas cara a cara está dirigido principalmente a profesores que quieran desarrollar la competencia intercultural de sus estudiantes, aunque los autores también contemplan su lectura por parte de alumnos con un alto nivel de español o cualquier profesional que vaya a trabajar o convivir con personas de otras culturas. Su objetivo es acercar al público las claves necesarias para comprender y poner en práctica la comunicación intercultural.
Culturas cara a cara parte del principio de que el error constituye una gran fuente de aprendizaje. De igual forma que es común trabajar en el aula con actividades que parten de errores lingüísticos, si queremos desarrollar la competencia intercultural de nuestros alumnos podemos plantearles anécdotas o malentendidos culturales para que analicen sus causas, sean conscientes del peso que la cultura tiene en nuestra percepción de la realidad y conozcan y apliquen estrategias de mediación intercultural.
La gran diferencia entre los errores puramente lingüísticos y los errores culturales es que los primeros suelen despertar la simpatía y la compasión por parte del nativo, que valora el esfuerzo que ya de por sí está haciendo el extranjero para comunicarse en una lengua que no es la suya. El problema con los malentendidos culturales es que en un encuentro intercultural los interlocutores, a pesar de que se estén entendiendo lingüísticamente sin ningún problema, actúan según las pautas de su propia cultura, no comparten los mismos presupuestos y es muy probable que tengan expectativas diferentes. En cuanto la actuación de uno de los interlocutores rompa con esas expectativas, cuando se produzca un error de adecuación pragmática, el conflicto estará servido y se corre el riesgo de que los protagonistas del encuentro intercultural realicen un juicio sobre su interlocutor que puede derivar incluso en una generalización a todas las personas de su cultura, en un estereotipo, como observa Miquel [1].
Culturas cara a cara está estructurado en tres capítulos. En el primero los autores explican la doble lectura que podemos dar a esta obra, puesto que podemos utilizar Culturas cara a cara bien como un libro, en el sentido tradicional del término, o bien como un manual para desarrollar la competencia intercultural de nuestros alumnos. Asimismo, explican la organización de las actividades didácticas en módulos y se proponen tres formas distintas de organizar los incidentes críticos con los que se va a trabajar más adelante: ordenados según el desarrollo narrativo, según la dimensión comunicativa tratada y según el grado de dificultad para el alumno y el grado de formalidad.
El segundo capítulo ofrece una interesante introducción teórica a los fundamentos del estudio de la comunicación intercultural en la que se presentan los conceptos clave de esta disciplina, se analizan las dimensiones comunicativas y sus valores socioculturales y se clasifican las distintas culturas comunicativas del mundo.
El tercer capítulo constituye sin duda el núcleo de Culturas cara a cara. Quien realice una lectura narrativo-explicativa se encontrará con dieciocho relatos breves en forma de diario en los que un inmigrante (cuyo origen desconocemos) recoge las anécdotas que más le han llamado la atención durante su primer año de estancia en España. Cada relato presenta una breve introducción del protagonista, un diálogo entre un extranjero y un español que ha generado un malentendido cultural y una breve reflexión por parte del narrador. Estos dieciocho incidentes aparecen en versión audiovisual (Culturas cara a cara viene acompañado de un DVD en el que un grupo de actores representa cada incidente) y en dos versiones escritas: una exclusivamente verbal, como si se tratara de una novela, y otra en la que se incluyen aspectos relacionados con el lenguaje no verbal y con los turnos de palabra, de modo que el lector adquiera una descripción más detallada del incidente. Después de cada relato se propone una serie de actividades de reflexión más centradas en el enfoque didáctico del libro. Tras esta explotación didáctica, los autores ofrecen un análisis de cada incidente en el que explican las claves comunicativas que han podido provocar el malentendido.
Las actividades, encaminadas a convertir a nuestros alumnos en verdaderos hablantes interculturales (término acuñado por Kramsch [2] y uno de los tres objetivos principales del nuevo Plan Curricular del Instituto Cervantes [3]), se estructuran en torno a cinco módulos. El MÓDULO A supone una toma de contacto con el incidente crítico y ofrece una serie de ejercicios de previsionado y de visionado del incidente. El MÓDULO B analiza el malentendido, tanto en su versión normal como en la versión con lenguaje no verbal y turnos de palabra, desde el punto de vista puramente lingüístico, por lo que está más centrado en alumnos de E/LE. El MÓDULO C se centra en desentrañar el problema comunicativo a través de preguntas que lleven al alumno a precisar la naturaleza del malentendido. Sus hipótesis se contrastarán más adelante con el análisis final que se presenta a continuación de los ejercicios. El MÓDULO D es en nuestra opinión el que más incide en el papel del alumno como mediador intercultural, pues le ofrece la oportunidad de buscar soluciones o alternativas para resolver o evitar el malentendido. El MÓDULO E constituye el módulo intercultural por excelencia y está compuesto por una serie de ejercicios de escritura y de representación destinados a que los alumnos pongan en común y contrasten características de sus propias culturas respecto a los aspectos comunicativos tratados en cada malentendido.
En definitiva, la propuesta de Culturas cara a cara nos parece sumamente interesante pues, al igual que Oliveras [4], parte del error cultural como fuente de aprendizaje pero va más allá: nos ofrece un riguroso abanico de propuestas didácticas en las que se analiza la cultura desde su uso, en contexto, y se implica afectivamente al alumno trabajando desde el diálogo y la reflexión con sus conocimientos previos y su capacidad para actuar como mediador intercultural. Culturas cara a cara constituye sin duda una herramienta indispensable para todo docente que desee desarrollar la competencia intercultural de sus alumnos y ayudarlos en su camino hacia la condición no solo de agentes sociales y aprendientes autónomos sino también de hablantes interculturales.
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(1) MIQUEL, L. (1997), “Lengua y cultura desde una perspectiva pragmática: algunos ejemplos aplicados al español”, Frecuencia L, 5: 3-14. Disponible en la web: http://www.educacion.es/redele/revista2/miquel.shtml
MIQUEL, L. (1999), “El choque intercultural: reflexiones y recursos para el trabajo en el aula”, Carabela, 45: 27-46.
(2) KRAMSCH, C. (2001), “El privilegio del hablante intercultural”. En BYRAM Y FLEMING (eds.): Perspectivas interculturales en el aprendizaje de idiomas. Madrid: Cambridge University Press España.
(3) INSTITUTO CERVANTES (2006), Plan curricular del Instituto Cervantes. Madrid: Instituto Cervantes: Biblioteca Nueva.
(4) OLIVERAS, À. (2000), Hacia la competencia intercultural en el aprendizaje de una lengua extranjera. Estudio del choque cultural y los malentendidos. Madrid: Edinumen.