Nuestra revista, marcoELE, cumple cinco años, diez números. Y sin que sirva de precedente, esta entrega incluye un editorial. El protagonismo de los contenidos de la revista ha recaído siempre en sus autores. Este editorial no quiere ser una excepción, pero la ocasión –esos diez números- sienta un precedente. Un antes y -vaya usted a saber- si un después.
Diez números que merecen algo de historia, desvelar algún entresijo, mostrar mucho agradecimiento y dejar constancia de algunas reflexiones… La historia, aunque pública, se mezcla con la trastienda: un equipo extremadamente reducido de personas con la voluntad y las ganas casi de boyscouts de desarrollar una publicación rigurosa para un sector y unos profesionales –presentes y futuros- que carecen, en la práctica, de una revista parecida… Y con la voluntad de que sea gratuita, sin salpicaduras de publicidad. Ni un duro en ingresos, por supuesto (¿cómo rayos se traduce el término pesetero en estos tiempos del euro?)… Y ahí se cuela la primera de las reflexiones: ¿a quién corresponde una labor como la que desarrolla / pretende desarrollar (táchese lo que no proceda, incluso ambas opciones) marcoELE, centrada en la didáctica del ELE, en la formación de profesionales en ejercicio y en los que lo estarán? ¿Es lógico, aceptable, que sean las iniciativas individuales –marcoELE no es la única- las que asuman ese papel? En estos tiempos de apogeo del ELE, ¿cuál es el servicio –público, esto es, gratuito, abierto, participativo- que deberían prestar las instituciones?, ¿cuál, el del sector editorial? ¿Quién ha de velar por la investigación y la divulgación de la investigación orientadas a la formación en nuestra especialidad? A menudo parece que el ELE solo exista como recurso económico, el llamado ERE, Español Recurso Económico, legítimo seguramente… Pero lo de la “gallina de los huevos de oro” acostumbra a agruparse en español con el verbo “matar”.
Los agradecimientos, sinceros, a aquellos colaboradores que han hecho que este equipo, a pesar de su carácter reducido, no se sienta solo. O no siempre. Colaboradores indispensables para ratificar el rigor de lo publicado, para dar mayoría de edad a la investigación en ELE (aún párvula y con ciertos problemas de crecimiento). De su trabajo y del nuestro, de los trabajos recibidos, otra reflexión: la didáctica del ELE, nutrida en sus inicios de las investigaciones de otras lenguas, es todavía muy desigual.
Y junto con los agradecimientos, entonamos también, sin resentimiento, el estribillo de la copla: Na te debo. Porque también hemos encontrado silencios y ausencias a peticiones para esta revista, para sus lectores y lectoras, para la profesión en definitiva. Profesión interesada o muy ocupada, o equipo de redacción un tanto iluso. O todas son verdad.
Cinco años, diez números, catorce monografías y suplementos, centenares de artículos y actividades, miles de páginas virtuales. Un orgullo personal y profesional, desde luego. Pero también claroscuros en todo ello. La búsqueda de información y la creciente dispersión. La necesidad del rigor y el todo vale. Y en nuestras páginas, un creciente número de visitas, sí (superan las cien mil visitas anuales), pero también un bajo número de participación en comentarios (lo etéreo del conocimiento compartido)… Y la incapacidad de aventurar si habrá próximo número; de saber si una disciplina que se pasea por el mundo como emergente será capaz de generar media docena de artículos de calidad; de entender cómo el mundo universitario concluye, en lo que a investigación se refiere y salvo contadas y destacables excepciones, con la presentación de una memoria, un trabajo de final de máster; de comprender cuál es el papel que las instituciones –incluidas las propias universidades– han de cumplir para desarrollar –y divulgar– las investigaciones en nuestro campo; de determinar dónde empieza la pasión por la formación y la rutina de la simple información que impregna muchos programas; de asumir la sinrazón que representa que las generaciones de profesionales mejor preparadas sean las peor pagadas.
Ahí quedan cinco años y muchas horas de trabajo no remunerado. No sabemos si habrá diez, ni siquiera seis. Pero, parafraseando el tango, cinco años no es nada si hablamos de didáctica del ELE. Mucho queda por hacer, a nuestro parecer.
JUAN TOLOSA MONTESINOS
AGUSTÍN YAGÜE BARREDO
DIRECTORES DE marcoELE
José escribió
Felicidades por todo este trabajo. ¡Y que cumpláis muchos más!
Somos muchos los que lo valoramos y comprendemos el esfuerzo que hacéis por nuestra lengua y esta profesión nuestra sobre la que siempre se cierne la sombra de la precariedad. Si el español sigue en auge es por gente como vosotros, que imponéis otros criterios que los del puro mercantilismo. Y eso, aunque no lo parezca, se valora.
Pues eso, a seguir adelante.
Un abrazo desde Estambul!!
Susana Pastor Cesteros escribió
¡Enhorabuena por cinco años de MarcoELE! La trayectoria de la revista es, sin duda, ejemplar, y la información que ofrece amplia, variada y utilísima en muy diversos aspectos. Vuestro editorial, que ejerce una sana y necesaria crítica, merece una reflexión pausada y una actuación consecuente. Gracias por vuestra labor, somos muchos los que la valoramos.
Celso Serrano escribió
Muchas felicidades al equipo de MarcoELE por estos cinco años y muchísimas gracias por hacernos la vida más fácil a todos aquellos que nos dedicamos a la enseñanza del español.
Un abrazo y que cumpláis muchos más.
Paqui Alemán escribió
Aunque ya casi en el último trimestre del año, no quería dejar pasar la ocasión de felicitar, al igual que mis compañeros, al equipo de MarcoELE y agradecerles por su labor. Es siempre agradable y fructífero visitar la revista por múltiples razones: facilidad de navegación, claridad en la organización, agradable estética, interesantes artículos, variedad de actividades, etc. En fin, que espero que la revista siga en su línea de trabajo, gozando de buena salud y cumpliendo muchos años más para beneficio de todos. ¡Felicidades!
Elsa Rodrigo escribió
¡Felicidades por estos cinco años! y muchas gracias por todo lo que comparten con nosotros, los «profes», con este excelente material.
Un abrazo a todo el equipo desde Argentina.
Besosssssss
Elsa Rodrigo escribió
.ups! ..casi 6 años!!!!