BIODATA
Susana Pastor Cesteros es profesora titular de la Universidad de Alicante. Ha trabajado en la novela española de la segunda mitad del s. XX, sobre la que ha escrito La narrativa de Gonzalo Torrente Ballester: Una lectura de Javier Mariño (1993) y Cine y literatura: la obra de Jesús Fernández Santos (1996). Su dedicación desde 1990 a la enseñanza del español como lengua extranjera, en tareas de docencia y de gestión, le ha permitido especializarse en la Lingüística Aplicada al Aprendizaje de Segundas Lenguas (sobre la que imparte desde hace años docencia tanto de grado como de posgrado). Ha sido profesora y coordinadora académica de los Cursos de Español para Extranjeros de la Universidad de Alicante, donde, actualmente, es también tutora de las prácticas preprofesionales de Filología para la enseñanza de español como segunda lengua en institutos, escuelas de idiomas y centros de adultos. Es colaboradora habitual de diferentes universidades, así como del Instituto Cervantes, en másters y otros cursos de formación de profesores de ELE. Ha participado en numerosos congresos nacionales e internacionales y ha publicado, además de artículos en revistas especializadas, la coedición del estudio Tendencias y líneas de investigación en adquisición de segundas lenguas (2001) y el libro Aprendizaje de segundas lenguas. Lingüística aplicada a la enseñanza de idiomas (2004). En 2007, codirigió el XVIII Congreso Internacional de ASELE celebrado en la Universidad de Alicante, cuyas actas acaban de ver la luz (La evaluación en la enseñanza y aprendizaje del español como L2 y SL, 2008). Preside ASELE desde octubre de 2008.
La Asociación para la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera (ASELE) se fundó en 1987, con el objetivo de canalizar el creciente interés en todo el mundo por nuestra lengua y nuestra cultura, y de responder a las necesidades de quienes se dedicaban a esta actividad, ya fuera en el campo de la docencia o de la investigación. Es, por tanto, una asociación internacional que cuenta en la actualidad con alrededor de 600 profesores de español como segunda lengua o lengua extranjera y que pretende establecer foros abiertos para intercambiar ideas y experiencias y para recibir formación e información. Para ello, celebra un Congreso Internacional anual sobre temas relacionados con la enseñanza del español como lengua extranjera, con intervención de especialistas invitados y comunicaciones de los socios. Edita las Actas, que por su rigor, interés de los trabajos y variedad temática, se han convertido en un inexcusable instrumento de consulta y referencia. Publica un Boletín semestral, con salidas en mayo y noviembre, abierto a la colaboración de todos los socios, en el que se incluyen ensayos sobre aspectos del español como lengua extranjera, entrevistas, informes, experiencias de aula, reseñas de las novedades bibliográficas, noticias sobre cursos y congresos, recortes de prensa, etc. Y concede anualmente, en colaboración con el CIDE-CREADE (dependiente del Ministerio de Educación) un Premio de Investigación dotado con 1000 euros, para tesis doctorales y memorias de licenciatura o máster sobre la enseñanza del español como lengua extranjera. La publicación de este premio ha dado lugar a una colección de Monografías sobre aspectos específicos de esta especialidad que cuenta ya con once interesantes títulos.
1. DESDE SU PUNTO DE VISTA COMO PRESIDENTA DE ASELE, ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN DEL ELE Y SU DOCENCIA? ¿DÓNDE ESTÁN LOS LÍMITES DE LOS NÚMEROS DE ESTUDIANTES Y LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA?
Hablar de la situación del ELE y de su docencia de un modo generalizado siempre es arriesgado, pero si algo caracteriza la situación actual es el progresivo incremento de estudiantes, por un lado, y la variedad de los mismos, por otro. Creo que hay suficientes datos e información para admitir como un hecho incuestionable el aumento de la demanda de aprendizaje de español, paralelo al creciente número de hablantes que lo tienen como lengua materna. En cuanto a la variedad, lo que determina las características de la enseñanza del español es siempre el contexto, porque es muy diferente enseñar español para extranjeros en un país de habla hispana (en institutos, escuelas de idiomas, academias, universidades…) o hacerlo en un país en el que no se habla español (y en este último caso, también dependiendo de qué país se trate, de las circunstancias culturales, tradición educativa, presencia de la lengua, etc.). Esto, obviamente, lo saben todos los lectores de marcoELE, quizá incluso por haberlo experimentado ellos mismos como profesores. Pero de las dos cuestiones mencionadas, lo que realmente nos compete es el reto que supone mejorar la docencia en todos sus aspectos. Y con ello retomo la segunda parte de la pregunta: los límites al número de estudiantes no los ponemos nosotros, es de esperar que éstos sigan aumentando y debemos alegrarnos de ello. Sin embargo, lo que sí depende de nosotros (a cuantos nos dedicamos de un modo u otro al ELE) es cómo se organiza esa docencia, cómo se vertebra laboralmente, cómo se forma al profesorado, cómo se sigue investigando sobre el aprendizaje y la enseñanza, cómo se innova educativamente tanto en las aulas como a través de los materiales didácticos… es decir, estamos hablando de calidad de la enseñanza y eso, repito, sí depende de nuestra actuación pasada, presente y futura.
2. ASELE CUENTA CON AFILIADOS/AS EN TODO EL MUNDO, ¿CUÁL ES EL PERFIL DE ASELE? ¿QUÉ LA DISTINGUE DE OTRAS ASOCIACIONES PROFESIONALES PRESENTES EN ESPAÑA O EN OTROS PAÍSES?
Efectivamente, ASELE posee en la actualidad alrededor de 600 socios, de los cuales el 60% trabaja en España, mientras que el 40% restante lo hace en el extranjero y se reparte entre 43 países, de entre los que destacan, por número de afiliados, Japón, Italia, EE.UU., Alemania, Argelia, Reino Unido y Brasil. Es difícil, por su diversidad, aunar en un único perfil a todos los asociados; sin embargo, todos compartimos el interés por el ELE y la necesidad de formarnos continuamente, intercambiar experiencias, conocer las novedades en cuanto a investigación y publicaciones, y encontrar un espacio común (tanto físico, en los congresos, como virtual, a través de nuestra página web).
Si tuviéramos que singularizar a ASELE respecto a otras asociaciones relacionadas, habría que hablar de cada una de ellas en particular. Por ejemplo, encontramos comunicaciones y ponencias sobre ELE (y por tanto, posteriores publicaciones) en los encuentros tanto de la Sociedad Española de Lingüística (SEL) como de la Asociación Española de Lingüística Aplicada (AESLA) y la Sociedad Española de Didáctica de la Lengua y la Literatura (SEDLyL). De todas ellas soy socia desde hace años y, cada una en su ámbito, cumplen sin duda una importante labor.
La SEL, presidida actualmente por una de las socias fundadoras de ASELE, la profesora Emma Martinell, se dedica más bien a cuestiones de lingüística general y, por tanto, sus socios son en su mayoría profesores universitarios, cosa que no sucede en nuestra asociación. Si bien hay que recordar que prestan en ocasiones atención específica al ELE; por ejemplo, fruto de una mesa redonda dedicada al tema, surgió la publicación del libro La oferta formativa del profesorado de ELE (2004), plenamente vigente.
Por lo que respecta a AESLA, dedicada, como su nombre indica, a la lingüística aplicada y que representa en España a la muy potente AILA (Asociación Internacional de Lingüística Aplicada), se ocupa de diversos ámbitos temáticos, pero entre ellos es uno de los principales la enseñanza y aprendizaje de lenguas. Lo que sucede es que tradicionalmente en esta asociación han encontrado cabida sobre todo los profesores de inglés como lengua extranjera y, aunque es cierto que también se incluyen temas de ELE, suelen ser minoritarios (si bien hay que recordar que muchas de las intervenciones sobre didáctica del inglés son perfectamente válidas para la del español y viceversa, porque, como todos sabemos, hay una base metodológica común para la enseñanza de las lenguas). Considero muy positivo ampliar la presencia de profesores de ELE en este tipo de encuentros para dejar ver nuestra labor y compartir otros modos de enfocar la enseñanza de idiomas.
Por su parte, la Sociedad Española de Didáctica de la Lengua y la Literatura (SEDLyL) acoge fundamentalmente a los profesores adscritos a esta área de conocimiento, de modo que sus congresos y publicaciones giran en torno a ella en todos los ámbitos educativos, desde primaria y secundaria hasta la universidad; a su vez, se hace referencia tanto a la lengua como a la literatura, y no sólo en español, sino también en otras lenguas (fundamentalmente inglés y francés); así pues, si bien podemos encontrar en la SEDLyL algunas contribuciones de gran interés sobre ELE, lo cierto es que ASELE tiene un objetivo más focalizado que incluye lo didáctico, pero no se limita a ello.
En cuanto a asociaciones específicamente dedicadas a ELE, hay que nombrar, sin duda, a todas aquellas que aglutinan a los profesores de español de un país determinado. Muchas de ellas se encuentran unidas en la Federación Internacional de Asociaciones de Español (FIAPE), que cuenta con quince asociaciones nacionales de profesores de español de países no hispanohablantes, tanto de Europa como de otros continentes (incluyendo a la Asociación Europea de Profesores de Español, AEPE, que no es estrictamente nacional, lógicamente) y que desempeña una misión fundamental, aunando los intereses de todas ellas. Lo que distingue a ASELE de cada una de las agrupaciones que conforman FIAPE es que no se trata de una asociación nacional, sino internacional, que acoge a profesorado que imparte docencia de ELE en cualquier parte del mundo y que, por tanto, incluye la docencia de ELE en un país de habla hispana como España, del que procede algo más de la mitad de sus socios. Mientras que a las asociaciones que conforman FIAPE, como a la propia Federación, les interesa en particular la peculiaridad de la enseñanza del español en países no hispanohablantes (por lo que para ellos es medular, entre otras cosas, todo lo que tiene que ver con los respectivos sistemas educativos en los que puede acogerse la enseñanza de nuestra lengua). Qué duda cabe de que la perspectiva internacional es no ya fundamental, sino ineludible cuando de ELE hablamos, pero en ASELE la asociamos con la enseñanza de español como segunda lengua en nuestro país. Entre otras cosas, porque uno de los aspectos que caracteriza al profesorado de ELE es la movilidad y, por tanto, el cambio de contexto de enseñanza.
3. AL ASUMIR LA PRESIDENCIA DE ASELE, ¿QUÉ OBJETIVOS FUNDAMENTALES SE PLANTEA LA ASOCIACIÓN, Y CÓMO ESPERA LLEVARLOS A CABO? ¿CUÁL PUEDE SER SU PAPEL EN RELACIÓN CON LOS ORGANISMOS NACIONALES E INTERNACIONALES RELACIONADOS CON LA ENSEÑANZA DEL ELE?
Han pasado ya más de 20 años desde que se fundó ASELE y la situación de la enseñanza del español, lógicamente, ha cambiado enormemente, del mismo modo que lo ha ido haciendo la propia asociación. El principal reto que me planteo al asumir ahora su dirección es continuar respondiendo a las demandas de quienes se dedican al ELE, que lo hacen desde ámbitos muy diversos: desde la investigación, desde la docencia (en cualquier contexto), desde las editoriales especializadas, desde las instituciones…
El primer objetivo es mantener y contribuir a mejorar en la medida de lo posible las actividades que constituyen la columna vertebral de ASELE. No es tarea fácil organizar un congreso anual y publicar las correspondientes actas, así como sacar cada año dos números del Boletín de la asociación, como viene haciéndose desde hace ya diecinueve años. También convocar, conceder y publicar un premio de investigación que alcanza su undécima edición y que ha ido engrosando la colección de monografías ASELE (una modesta, pero ya consolidada contribución a las publicaciones dedicadas a ELE). Pensar en ello me hace sentir un sincero agradecimiento, que quiero expresar públicamente, a cuantas personas han formado parte de la Junta Directiva de ASELE a lo largo de estos años, y en especial a su último presidente, Salvador Montesa, porque gracias a la labor continuada de todos ellos hemos podido llegar a la situación actual.
Y precisamente por lo que decía al inicio respecto a la transformación continua de la enseñanza del ELE, el reto ahora es introducir en las actividades propias de ASELE los cambios que contribuyan a mejorarlas, tanto por lo que se refiere al desarrollo de los congresos, como a la publicación de las actas y de las monografías, de la página web como espacio de presentación, pero también como medio de interacción entre los socios, etc. Para lograrlo, es imprescindible hacer una evaluación de lo que tenemos, recabando información desde varias perspectivas, para posteriormente tomar decisiones.
Un segundo objetivo que considero esencial, y que se relaciona con la segunda parte de la pregunta, es la estrecha coordinación de ASELE con los principales organismos que se dedican al ELE, desde el Ministerio de Educación hasta el Instituto Cervantes, pasando por las Asesorías Lingüísticas en las Embajadas, la Fundación Comillas o las demás asociaciones de profesores de español, algo que ya se venía haciendo, pero que sigue siendo crucial intensificar. No podría entenderse que, teniendo objetivos comunes, los esfuerzos de todos estos organismos no discurrieran al unísono. Una planificación y coordinación conjunta serán sin duda fructíferas. Por poner algún ejemplo concreto, podemos citar la colaboración actual de ASELE con el Ministerio de Educación en la publicación del premio de investigación; con el Instituto Cervantes, mediante la edición conjunta de las actas de los dieciséis primeros congresos de ASELE, en un cederrón con un utilísimo motor de búsqueda; con la Fundación Comillas, a través de un convenio y la organización del próximo congreso de 2009, etc. Este tipo de colaboraciones puede y debe llevarse más allá y a ello nos dedicaremos en adelante.
– En cuanto a líneas de actuación futuras, a más largo plazo, podemos destacar las siguientes:
– El avance en la investigación sobre el aprendizaje de español como SL y LE, tanto desde una perspectiva teórica como aplicada.
– La concienciación de la repercusión que para el profesorado pueda tener el valor económico de la lengua española (en la línea del reciente congreso que ha tenido lugar en Salamanca, http://www.congresovaloridioma.es
– La ampliación de la visión que hasta ahora se tiene de las relaciones entre España y la comunidad de aprendices y profesores de español, dándole a los países hispanoamericanos el protagonismo que merecen (algo que ya hace tiempo que se viene haciendo tanto desde la RAE, en la línea del panhispanismo, como desde el Instituto Cervantes, con las consideraciones sobre las variedades del español en el DELE). No existen aún suficientes cauces para la difusión conjunta de nuestra lengua común y hemos de pensar que, por la cercanía con EE.UU., donde se prevé que aumente significativamente el interés por el conocimiento del español, los países hispanoamericanos tienen mucho que decir al respecto.
– La exigencia de un nivel acreditado y actualizado de español para cuantos alumnos extranjeros deseen estudiar en nuestras universidades.
– La solicitud de creación de plazas específicas de español para extranjeros en los institutos de secundaria con el fin de acometer un tipo de docencia que cada vez está cobrando mayor relevancia.
– El desarrollo de la enseñanza del español como lengua de especialidad tanto en el ámbito académico como profesional, en la línea del próximo congreso de ASELE.
– Y la mejora de la situación en el ejercicio profesional de la docencia del ELE.
4. EN EFECTO, UNO DE LOS GRANDES PROBLEMAS ACTUALES ES, PROBABLEMENTE, LA DIGNIFICACIÓN, EL RECONOCIMIENTO PROFESIONAL, DE LOS DOCENTES DE ELE EN ESPAÑA Y TAMBIÉN EN OTROS PAÍSES. ¿QUÉ REQUERIMIENTOS DE CONTRATACIÓN SE LES DEBE EXIGIR A LAS EMPRESAS -Y TAMBIÉN QUÉ PERFIL MÍNIMO HAN DE REUNIR LOS PROFESORES/AS PARA EJERCER LA ENSEÑANZA? ¿CÓMO SE PUEDE ALCANZAR ESE RECONOCIMIENTO LABORAL, QUÉ PASOS HAY QUE DAR, A QUIÉN LE COMPETE…?
El reconocimiento profesional y la mejora de la situación del profesorado de ELE es una reivindicación que arrastramos desde hace años, y cuya solución dista mucho de haber sido encontrada. En mi opinión, se da actualmente una considerable inadecuación entre formación del profesorado (docentes muy cualificados, con buena preparación, incluidos másters y otros cursos de posgrado) y oferta laboral (falta de contratos, intrusismo, etc.).
En el congreso de ASELE de 2007, el grupo Situación ELE presentó una comunicación sobre el tema, fruto de un estudio empírico previo, cuyas propuestas de cara al futuro podían resumirse en tres puntos: la elaboración de un convenio laboral específico, la creación de colegios profesionales de docentes de ELE y el apoyo de instituciones, asociaciones y organismos oficiales. En este último sentido, y por la parte que nos corresponde, es evidente la preocupación de ASELE por la formación y el ejercicio de la docencia, de la mano de exigencias laborales que denuncien la flagrante situación en que en demasiadas ocasiones se trabaja en la enseñanza del español como LE y SL. Prueba de ello es la Declaración de Alicante en la que se recogen estas reivindicaciones, si bien somos conscientes de que hay que pasar de las palabras a los hechos. Existe una campaña en internet de recogida de firmas (muy crítica, y con razón) sobre la situación de los profesores de español como lengua extranjera, a la que animo desde aquí a adherirse.
Pero intentando responder a las dos preguntas formuladas, el perfil mínimo que han de reunir los profesores para ejercer y que han de exigir las empresas que contratan pasa por una licenciatura y una especialización en ELE, bien desde la formación de grado (pues existen títulos de grado en Filología que incluyen tal mención), bien desde el posgrado (para los que parten de otros estudios afines). En cuanto a quién compete dar los pasos necesarios para este reconocimiento laboral, dependerá de la instancia de que se trate, porque la situación varía si se trata de una Escuela de Idiomas, de una universidad española o extranjera, de una academia privada, del Instituto Cervantes… Probablemente, tanto este último, que tiene su propios centros, como el Ministerio de Educación, de quien dependen las plazas de español en Escuelas de Idiomas, pero también los lectorados y auxiliares de conversación en el extranjero, tienen mucho que decir en ese sentido. Un aspecto interesante de cara al futuro, al que aludía anteriormente, tiene que ver con la exigencia, ante dicho Ministerio, de crear plazas específicas de español como segunda lengua para impartir la docencia en los programas que tiene cada comunidad autónoma (son varias las denominaciones) dirigidos a alumnos extranjeros.
Indudablemente, los objetivos de ASELE como asociación de profesores son de tipo más académico. No obstante, somos sensibles a esta situación y apoyamos cuantas iniciativas surjan para su mejora.
5. ASELE SE HA DISTINGUIDO ESPECIALMENTE POR LA ORGANIZACIÓN DE SU CONGRESO ANUAL, ¿CUÁL ES, A SU JUICIO, EL ESTADO DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE ELE? PARECE QUE SI BIEN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS UN BUEN NÚMERO DE ESTUDIANTES HAN OBTENIDO SU MÁSTER CON UNA MEMORIA DE INVESTIGACIÓN, ESTOS TRAYECTOS DE INVESTIGACIÓN QUEDAN ANCLADOS, SIN CONTINUIDAD PARA EL PANORAMA GENERAL DE LA INVESTIGACIÓN. ¿QUÉ PASOS SE PODRÍAN / DEBERÍAN DAR PARA ENCAUZAR ESTA SITUACIÓN?
El congreso de ASELE se vertebra como un medio de tomar el pulso a cada uno de los temas que aborda de manera monográfica. Consecuentemente, las correspondientes actas recogen en cierto modo el estado de la cuestión hasta ese momento. Ahora bien, lo que se presenta en comunicaciones y talleres no siempre son avances o resultado de proyectos de investigación en curso, sino también experiencias didácticas, también muy útiles y necesarias.
Si hablamos de investigación en ELE, hemos de referirnos a grupos que a menudo trabajan en la universidad (aunque no exclusivamente, por supuesto). El motivo es obvio, porque es a través de grupos establecidos como pueden solicitarse ayudas y financiación para proyectos de investigación que, cada vez más, se refieren a la enseñanza y aprendizaje de lenguas y, en particular a la adquisición del español en sus diferentes vertientes. Por otro lado, están las tesis, tesinas y memorias de máster que giran en torno a este tema. Afortunadamente, y como resultado de los numerosos másters de enseñanza de ELE existentes, se han multiplicado en los últimos años las memorias de máster, como también, por su parte, las memorias del DEA (Diploma de Estudios Avanzados), que recogen en muchas ocasiones temas relativos a ELE. En cuanto a las tesis, su número es más reducido, porque requieren, lógicamente, una dedicación más prolongada. Gracias a internet, podemos acceder a muchas de ellas en páginas como las de redELE o Segundas Lenguas e Inmigración.
El hecho de que estos estudios no tengan continuidad es algo que hace ya diez años puso en evidencia un equipo de profesores de la Universidad Complutense de Madrid al presentar la primera Bibliografía sobre enseñanza-aprendizaje de ELE. Para evitar que muchos de estos trabajos sean flor de un día, o que se limiten a un requisito académico y los autores no vuelvan a trabajar en el tema, resultaría de gran ayuda el que se trabajara a través de grupos de investigación, que puedan -tengan o no su base en la universidad, como decía- aglutinar a gente interdisciplinar, de diversos ámbitos y que creen el espacio adecuado para ir sumando proyectos. Pensemos que éstos se plasman después en resultados concretos, de los que todos nos beneficiamos, como por ejemplo, la Gramática básica del estudiante de español, que surgió como resultado del proyecto de investigación en «Gramática cognitiva del español como lengua extranjera», subvencionado por el Ministerio y gestionado desde la Universidad de Granada, aunque con miembros de fuera de ella. Lo mismo sucedió con el proyecto ADIEU, relativo al español académico (que ha generado varias publicaciones con materiales didácticos) y con otros muchos proyectos que no podría citar ahora.
Algo que también puede contribuir a la continuidad en la investigación es la posibilidad de ver publicados los resultados a través de las diversas revistas electrónicas que han ido proliferando en los últimos años, así como los portales antes mencionados. Del mismo modo, la consolidación de congresos de varias asociaciones y de los encuentros y jornadas de diverso tipo en los que se ponen en común trabajos recientes son muy útiles no sólo para la formación continua del profesorado, sino para servir de escaparate a dichas investigaciones y poner en contacto con ellas a muchos docentes. En ese sentido, me gustaría acabar esta entrevista invitando a sus lectores a asistir al próximo XX Congreso de ASELE, que tendrá lugar en Comillas entre el 23 y 26 de septiembre de 2009, y sobre el que hallarán más información en la página de nuestra asociación (http://www.aselered.org).
DICIEMBRE, 2008